El paro urbano por la contingencia ha disminuido los niveles de contaminación y atrajo animales a algunas ciudades; la convivencia de la vida humana y la no humana ha sido imposible hasta hoy, advierte
La cuarentena y el confinamiento humano han llevado a pequeños grupos y ejemplares de animales a diversos centros urbanos, y su presencia señala hasta qué punto, en medio de esta crisis, las ciudades tienen la oportunidad de transformarse y pasar de ser los sitios en que se consumen los recursos naturales y los productores de residuos que impactan el ambiente, a espacios naturales que permitan procesos ecológicos de apoyo a la vida, mantengan la flora y la fauna, mejoren la biodiversidad y promuevan valores alternativos de respeto y amor por la naturaleza.